Miscellaneous
Ok, este es un episodio muy real y honesto, porque quiero conectar con ustedes desde lo que me hace quien soy. En 2019 corrí Berlín, el último maratón para el que me preparé oficial y formalmente antes de la pandemia. Yo andaba un poco perdida, no sabía qué carrera quería correr ese otoño y no terminaba de decidirme, una amiga me llamó, otro amigo se inscribió y me convencí a correr Berlín. Platiqué con mi entrenador que quería intentar un sub 3, ya tenía 3:06, no sería muy complicado, le dije que tenía mucho tiempo y estaba dispuesta a entrenar doble sesión y así fue, comenzamos a meter kilometrajes que nunca antes había alcanzado, pero en medio de todo eso, mis pies empezaron a doler mucho, era fascitis, descansé unas semanas y tomé terapias pero no mejoré, después fui a ver a la doctora del deporte, me mandó antiinflamatorios y pude volver a correr, pero el dolor estaba ahí, todo el tiempo amenazando con volver. Total que terminé mis entrenamientos más enfocada en llegar a números cerrados como 100kms por semana que en cómo lo estaba asimilando mi cuerpo, iba a terapia cada semana para soportarlo y sí estaba realmente todo el tiempo al borde de volver al dolor. Me fui a Berlín no muy emocionada, allá la pasé bien y mal, hubo de todo, fue un viaje largo, y el día del maratón estuve lista y mis primeros 24k salieron perfectos en ritmo, incluso más veloz de lo necesario. Después me sentí abrumada mentalmente, llevaba desde la salida presionándome mentalmente y ya no pude sostener tanto estrés, solté, bajé la expectativa y el ritmo y sentí un alivio. Hice 3:05 y no terminé muy feliz ni nada, para mí fue una frustración, la neta. Cruzamos que la puerta de Brandemburgo, que la meta, que las fotos y yo ps equis, tienes la adrenalina y endorfinas de un maratón, es rico, pero nada increíble, no estaba satisfecha con mi resultado. Luego tuve pues muuuuchos meses para asimilar esta experiencia y entender qué había pasado y de ahí saqué estos obstáculos para lograr lo que te propones: HACER MÁS CASO A OTROS QUE A TU PROPIA VOZ NO ESCUCHAR A TU CUERPO - me caí DEJAR QUE TUS METAS LAS ESTABLEZCA ALGUIEN MÁS FIJARTE MÁS EN LOS NÚMEROS QUE EN CÓMO TE SIENTES TRATAR DE FORZAR EL PROCESO BUSCAR NUEVOS Y MEJORES RESULTADOS SIN AÑADIR NUEVOS MÉTODOS NO ENTRENAR LA MENTE Cómo corres es un reflejo de quién eres y cómo estás en este momento Concéntrate en cómo quieres sentirte mientras corres, más que en tiempos y resultados muy específicos