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Aunque queramos vivir en cuevas. Tendremos que trabajar. Porque nos hará falta madera. Así haremos fuego. Y nos calentaremos. Las hienas no vendrán a comernos. Nuestros hijos seguirán durmiendo a nuestro lado. Tranquilos. Calientes. Piel con piel. Por si el invierno viene dentro de 3 translaciones lunares… Será mejor ir cogiendo leña. Piornos. Piñas. Las piñas son muy buenas para encender fuego. Así nos calentaremos. Y calentaremos a nuestros hijos e hijas. Mejor hacerlo antes de que nieve. Y no podamos salir de la cueva. Porque sino, nos congelaremos. Anticipémonos al invierno. Pero mirar el fuego sigue siendo hipnótico. Y después de bajar del monte… Aún más. Ya no vivimos en cuevas. Al menos en la sociedad donde yo vivo. Pero es igual… Sino nos anticipamos. Nos cogerá el invierno. Y… No entregaremos el proyecto a tiempo. No pasaremos el maldito examen. Perderemos el tren de las oportunidades. No hay “es que” que valga. Es que…. Déjalo. Tarde. Es difícil que se nos presenten oportunidades… Así que no las perdamos. Anticipémonos. En última instancia… Viviremos mejor. Y tal vez en eso consista el juego de la vida. En trabajar menos. En ayudar a los demás. En abrazar más.?Piel con piel. Como los animales.