Education
No hay duda de que a muchas personas (y sobre todo niños y niñas) las turbulencias emocionales no les dejan concentrarse. A pesar de eso no empeñamos en dejar a nuestros hijos a primera hora de la mañana en el colegio, mientras lloren porque lo único que quieren es estar con nosotros, que les abracemos y que juguemos con ellos. Pero tenemos que ir a trabajar. Así que, lo niños y niñas mejor que aprendan. Que la vida es dura. Si lloran, ya pararán. Así poco a poco les enseñaremos a ser duros. Y así cuando ellos crezcan, serán capaces de poner un muro (más alto y aún más espinoso que el separa Marruecos de Ceuta) mental para que sus problemas personales no les afecten en su trabajo. Eso es. Queremos personas duras. Valientes. Porque dejar transpirar nuestros sentimientos nos va a afectar al trabajo. Y entonces nos catalogarán de débiles. Cobardes. En este episodio una breve cita de la relación entre las turbulencias emocionales y capacidad de concentración en el trabajo.